El asistente virtual ha ido tomando un papel relevante y se ha posicionado como uno de los principales servicios que ofrecen las empresas a los usuarios.
El inicio de la pandemia vino a acelerar ciertos procesos de digitalización que las empresas venían desarrollando desde hace tiempo respecto a sus procesos de venta y atención al cliente, los asistentes virtuales, los chatbots han cobrado relevancia.
Pero, ¿qué es un asistente virtual?
Algunas de las acepciones que podemos encontrar online hacen referencia a una persona que ofrece servicios de apoyo administrativo a través de algún medio digital, pero en la era de la Inteligencia Artificial (IA), esta no es la definición que buscamos.
Para la IA, un asistente virtual es un tipo de software de apoyo, orientado a proporcionar ayuda a los usuarios para realizar determinadas tareas, automatizándolas. Además, este tipo de asistente requiere una interfaz para interactuar con los usuarios, siendo las más comunes en formato de texto y/o voz.
Estos asistentes son 100% personalizables, pudiendo editar múltiples de sus características, incluyendo su personalidad, tipo de voz, género, el tipo de mensaje que emiten, etc. todo ello para hacer posible que cada chatbot se adapte a las necesidades y particularidades de cada empresa.
La pregunta importante es: ¿por qué necesitan las empresas un asistente virtual?
Los agentes virtuales se han posicionado como un valioso recurso para las empresas que, al ser un producto versátil, puede prestar diferentes servicios a los clientes en procesos que pueden automatizarse y que pueden resolverse sobre la marcha.
Por este motivo y otros más, los beneficios que los AV aportan a las empresas son variados, siendo los principales el ahorro de tiempo y dinero.
Con el ahorro de tiempo
Es posible delegar procesos y tareas que habitualmente se encomiendan a un agente humano, principalmente del área de atención al cliente; con un agente virtual activo, otros procesos que puedan requerir más tiempo/disponibilidad pueden ser asignados al equipo humano, dejando que el AV se encargue de ellos a través de sus distintos servicios y conexiones, ya sea a bases de datos o APIs, lo que reduce el tiempo de espera del usuario en general.
Ahorra dinero:
Utilizar este tipo de tecnología abre la puerta a resolver las dudas más comunes que puedan tener los clientes, sin requerir la intervención de un agente físico, lo que nos lleva al otro beneficio mencionado, el ahorro de dinero; esto principalmente porque al no necesitar varios agentes humanos para los procesos, se genera un ahorro sustancial del presupuesto dedicado a pagar varios agentes humanos; solo pagando un asistente virtual.
Multicanal
Además, otra ventaja de los asistentes virtuales es la multicanalidad, las empresas pueden implantarlos en diferentes canales virtuales en beneficio de sus clientes: en aplicaciones, en páginas web, e incluso en «terminales digitales» situados en determinados puntos de venta, por ejemplo; las empresas pueden elegir el canal que mejor se adapte a sus necesidades.
Mejorar la experiencia
Esto también lleva a mejorar la percepción que los usuarios puedan tener de las empresas que cuentan con este tipo de tecnología, ya que genera una apreciación positiva de la propuesta de valor que ofrecen, dando una imagen actual y de que están al día con las últimas tecnologías que buscan mejorar y ampliar la experiencia del usuario.
Son varios los beneficios que un AV puede generar a una empresa. Grandes, medianas y pequeñas marcas están optando por esta herramienta.
Es importante que el asistente virtual que implementes en tu empresa sea realmente bueno para que puedas visualizar los beneficios.
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